Aquí te dejo algunas ideas que puedes poner en práctica tanto para ayudar a tus hijos o alumnos a estudiar, o para que puedas aplicar tú mismo si actualmente te encuentras realizando alguna formación.

1. Primera lectura del tema + segunda lectura subrayando la información clave.

La primera lectura es una toma de contacto para saber sobre qué va el tema. Haz una segunda lectura en la que ya estés familiarizado con el contenido y sepas cuál va a ser la información importante a destacar. Para ello, puedes subrayar utilizando un código de colores. Por ejemplo: el color rosa para definiciones importantes; el verde para autores y citas; el naranja para la legislación; el rojo para palabras clave; etc.

2. Resumen del tema.

Una vez subrayadas las ideas importantes, podemos elaborar nuestros apuntes personalizados. Vamos a reescribir estas ideas con nuestras propias palabras para que el vocabulario nos resulte más familiar y, por ende, más fácil de memorizar. [Aprendizaje escrito]

3. Elaboración de esquemas o mapas mentales.

Los esquemas o mapas mentales nos servirán como guía a la hora de estudiar, así que plasma en ellos solo las palabras clave. Usa cuadros, llaves, líneas, colores… para que sea mas visual. [Aprendizaje visual]

4. ¡Dibuja!

Puedes acompañar tus esquemas o mapas mentales con dibujos. Muchos somos los que aprendemos de forma visual, así que acompaña las palabras con dibujos y tu mente, al memorizarlos, terminará asociando la imagen al contenido que acompaña. [Aprendizaje visual]

5. Busca imágenes.

Si dibujar no es lo tuyo, puedes apoyar tus resúmenes con imágenes relacionadas con los contenidos. [Aprendizaje visual]

6. Visualiza vídeos con explicaciones sobre el tema.

Youtube puede ser una gran herramienta de aprendizaje si sabemos cómo usarla. Busca aquellos conceptos que no entiendes y seguramente des con varias explicaciones que te faciliten su comprensión. [Aprendizaje auditivo].

7. Ahora, ¡TÚ ERES EL MAESTRO!

Una vez estudiado el tema, es hora de comprobar si has interiorizado bien la lección. Pídele a un familiar o amigo que te dedique unos minutos de su tiempo para explicarle aquello que has aprendido. [Aprendizaje oral]

Si aún no estás conforme, puedes hacerte un pequeño examen con preguntas clave para, después de estudiar, intentar resolverlo.

Estás son algunas de las ideas que puedes aplicar a la hora de estudiar, pero hay muchas más. Lo importante es identificar de qué forma aprendes (aprendizaje visual, auditivo, escrito, etc.) y encontrar la forma que se adapte mejor a tus necesidades. Recuerda que no todos aprendemos de la misma manera, así que lo que le vale a unos, a otros puede no funcionarles y viceversa. ¡Todo es válido!

¡Adelante! Ponlos a prueba.